¡Hola, Gratitud!
A ti la Inolvidable Gratitud me gustaría expresarte --verbalmente--
una loa.
A cambio de eso, deseo que esta reflexión refuerce,
ejemplifique y eternice tu existencia.
No sé desde cuando hayas llegado a este mundo nuestro; lo
que sí se es que desde el aspecto semántico tu nombre está compuesto de dos
partes: Por un lado la palabra latina gratituo,
es sinónimo de ”agradable y agradecido”; por el otro el subfijo- tudo-
Es un equivalente a “la cualidad”.
El en diccionario de la RAE te definen como:
Acto que se realiza para ayudar, complacer o prestar un servicio a una
persona por amabilidad, amistad o afecto.
Ayer, saludé a Cortesía y me despedí
diciendo: “Aprovecho para que quienes no te conocen, te lean, te
aprendan y te resuciten para que, con tus modos que enseñas, logremos una gran
convivencia humana empezando por pedir las cosas “por favor” y “dar las gracias” a los demás.
Pues bien, entro en materia:
Tu existencia surge solo al final de una
acción. Es por eso que solo agradecer no basta.
Lo que reflexiono es que si una persona me
hace un favor; lo que eso encierra es una verdadera ofrenda, porque esa persona
ha dejado de hacer lo que tenía, debía o necesitaba hacer; y su tiempo, atención
y dedicación me la dio a mi.
No es el agradecimiento en sí mismo, solo y
sin reflexión al favor recibido.
“Por favor”, quiere decir, haz esto por mí,
deja de hacer lo que haces y atiéndeme a mí…como si esa persona hubiera llegado
al mundo a servirte solo a mi.
Decir “gracias de la boca hacia afuera” es
una acción casi inconsciente. La verdadera gratitud se demuestra con genuina
veneración, respeto y admiración que alguien haya tomado tiempo de su vida, haya
hecho una acción que no le correspondía. Sin darme cuenta de ese favor recibido
solamente digo: ¡ah, gracias!
Es por eso que si no se agradecer, no tengo
derecho a pedir favores.
Espero, inolvidable Gratitud, que nos
enseñes a agradecer con más frecuencia, porque nuchas personas ofrendan su vida
a favor de los demás, con alegría profunda y el espiritu de servicio nos lo
brindan con el alma.
Gracias a ellos, estamos viviendo en un
mundo mejor porque dan vida a la gran virtud olvidada: la Gratitud por ser
serviciales unos y de ser servidos otros.
Hasta pronto.