El aroma tiene algo exquisito que hace vibrar el alma.
El aroma no solo es para recordar algo, ni para, simplemente, oler bien. El aroma tiene esencia de fuerza, de gloria y de amor.
Si alguien huele a flor, es que posee un alma de joven y le sonríe a la vida; si huele a maderas es que ha crecido, madurado y es genuinamente generoso; si huele a especias es que no se ha dado cuenta de su esencia y ha olvidado que existe para bien de los demás.
¿A qué huele usted?
Hasta pronto.