La evaluación del servicio puede verse desde dos dimensiones: desde la eficacia en las empresas, y desde el amor en las personas.
Si analizamos el servicio desde la Eficacia es: logros, apego a reglas, normas y requisitos.
Si analizamos el servicio desde el Amor es: la actitud de darse a los demás independientemente de los resultados. Es la disposición del alma para servirlos; pueden ser a quienes saben y tienen menos; o a quienes no pueden o no quieren. Veamos el servicio desde esta dimensión tan olvidada.
En nuestro hogar, amemos sirviendo o sirvamos amando, o ambos.
Hasta pronto.