Gracias por estar aquí, gracias por darme tu tiempo, poner tu entusiasmo, atención, posar tus ojos, usar pensamiento y concentración en las letras, que más que letras son palabras que te hacen evocar lo que ellas significan para ti.
Tengo ya catorce años escribiendo en mi blog y tres o cuatro en FB. ¿Qué me impulsa a hacerlo? Pues la simple idea de compartir lo que observo, lo que escucho y lo que discurro poniendo de mi parte las palabras adecuadas para describir sucesos, ideas o comportamientos de las personas.
El don de la observación vive en mi, el don de la deducción lo he desarrollado; el hábito de la redacción lo he aprendido a través de la lectura. Por supuesto, que también soy lector de lo que escribo. Leo estas reflexiones dos o tres días después de la fecha de publicación.
Creo en el lenguaje escrito, creo en el lenguaje verbal y en el no-verbal. Creo en la lectura, creo en el arte de escuchar (un arte difícil de desarrollar); como hábito tampoco es fácil de adquirir.
Te saludo y escribo para todos expresándoles que aprecio su presencia, sus comentarios y el cambio que pudieran experimentar por los temas que comparto.
Les digo que me asombra, me encanta y me gusta que me lean, aunque no me vean.
Hasta pronto.