Esos
años de desconciertos, de visiones borrosas, de emociones
desconocidas y de solo ver “callejones sin salida”; de no saberse
existir, de plantearse una y mil preguntas cuyas respuestas son más
dudas y pocas verdades. Ya pasé por esa efervescente época…y la
volvería a pasar.
Esos años de fantasías alejadas y
realidades avanzadas y mil y un enojos por compañía: esa es una
época de formación y desarrollo. Durante este tiempo vas a crear
tus cimientos del desarrollo interior. Deseo que tengas padres que
sepan guiarte.
Pues palabras más, palabras menos, esos años, de los 12 a los 17, están llenos de ímpetus sin destino; de corajes y desatinos; muchas cosas más son parte del ejercicio de tu crecimiento: por eso se llama adolescencia.
Llegarás al siguiente nivel: adulto. Eso ya sabrás de qué se
trata: ser, comportarse, sentirse y pensarse como adulto.
Por lo
pronto, solo te digo: aprende a cuidar tu salud; no te dejes engañar
por elementos químicos que darán “brillos” químicos a tu
cuerpo a costa de un obscuro pensamiento y debilitamiento de tu
voluntad.
Esta etapa es un tiempo de crecimiento físico,
emocional, intelectual. Es momento, también, de aprender a manejar
tu tiempo y relaciones interpersonales; es tiempo de aprender a
conversar con tus padres, tutores y profesores; es tiempo de que
busques tu misión en este golpeado y ensuciado planeta (por
nosotros, quienes vamos años por delante de ti).
Sé que solo
alcanzas a ver lo que dejamos a nuestro paso: ¿ejemplos positivos o
negativos?, ¿te enseñamos a ser una persona segura?, ¿te sometemos
a nuestras convicciones?, ¿te compartimos y enseñamos a cómo usar
el pensamiento?, ¿te enseñamos a cómo tomar decisiones?. En fin,
¿te enseñamos el arte de vivir en ti?, ¿te enseñamos a descubrir
tus cualidades, tus habilidades y talentos especiales?
Querido
joven, has llegado a este planeta en donde existen luchas de egos,
luchas de poder, luchas por someter a los demás. Pero, también,
existen seres generosos, que saben vivir y trabajar en grupos, que
enseñan a ser una persona generosa, segura y que habrá de lograr sus
metas.
Espero que en tu hogar cuentes con padres o una
madre que exprese su verdadero amor, enseñándote a descubrir tu
mundo interior y no solo que te enseñe a “obedecerla”…porque
simplemente, es tu madre. Cuidado con eso.
Hasta pronto.