21/1/19

Hola, Voluntad.


Debo decirte que desde que te conocí me propuse profundizar en tu grandeza… (al menos para mí.)
Te comento que tu, como facultad, tienes más valor que el Saber y el Poder para hacer algo, porque tú eres el “QUERER…para hacer  y lograr todo.”

Tú bien sabes quién o qué eres; sin embargo, te comento que escribiré algo más sobre ti. 

Tu no eres virtud, ni habilidad, ni premio…eres una facultad que todos poseemos, pero pocos te sabemos usar.

Para quienes no te conocen les diré quién eres: Eres una facultad que todo ser posee.
Por otra parte les daré la respuesta a: ¿qué eres?: Eres la fuerza de fuerzas que todo ser racional, cuando te conozca y USE, logrará cosas inalcanzables o impensadas.

Me he dado cuenta de que hay varios perfiles de  personas. Por ejemplo hay quienes dicen “saber muchas cosas”…pero no QUIEREN, ni pueden hacer algo”.
Hay quienes dicen que pueden y saben, pero NO QUIEREN; otras dicen que quieren, pero no saben, ni pueden. Otras dicen que: saben, pueden y quieren; de este tipo he encontrado pocos.

Te debo confesar que he conocido mucha más gente que dice que no sabe, ni puede, pero si quiere. Estas últimas son la evidencia de tu presencia.

Tu Facultad contiene tres verbos:
1)    Decidir; esto es un sencillo y simple Si o No; a tiempo, con sinceridad y sin complejos, ni miedos.
2)    Elegir una opción entre muchas. Saber manejar los pros y contras de las opciones.
3)    Actuar: exige llevar manos a la obra; convertir la decisión y elección en acciones planeadas hasta alcanzar el fin buscado.

Estos tres verbos son los que hacen de ti una gran facultad que solo saben usar las personas que tienen profundos deseos de logar todo lo que se propongan. También, apareces en las personas que necesitan hacer algo vital para seguir viviendo. 

Desafortunadamente, los seres frágiles no son capaces de usarte; ellos poseen un espíritu totalmente pusilánime.
Es muy difícil que te usen.

Los años que te he usado he conocido  tus cuatro pilares fundamentales: Insistencia, consistencia, persistencia y resistencia.

La palabra insistir hace referencia a repetir, esto quiere decir que una actividad culminada se intente nuevamente una y otra vez. No nos pararemos, seguiremos haciendo las cosas y recordando que una gota de agua horada una piedra; esa gota es ejemplo de insistencia.

Para explicarlo comentaré que la consistencia es aquel estado del cuerpo en el cual sus partes componentes de tal modo están trabadas entre sí, que no puede menos de ofrecer mayor o menor resistencia cuando se intenta separar unas de otras, y por lo tanto esta palabra viene a ser sinónima de existencia, duración, estabilidad, firmeza y solidez.

La consistencia, como estado del espíritu, es la firmeza y solidez de los valores y convicciones empleadas para lograr lo propuesto.

La perseverancia aparece en los peores momentos, justo cuando todo parece desmoronarse frente a nosotros; su recompensa, por otro lado, es directamente proporcional a la angustia y desaliento que sentimos antes de adoptarla como una verdadera disposición para entrar a las batallas que hemos elegido.

Una persona perseverante se caracteriza por saber perseguir sus objetivos con tesón y dedicación; a acabar lo que ha empezado; a mantenerse concentrada; a trabajar con constancia y volver a intentar mejorando el método si llegara a fallar.

Estimada Voluntad: tu bien sabes que las personas que te usan, por lo general, son optimistas, tienen una alta autoestima, alta capacidad de autocontrol y autodisciplina.

Te recuerdo que tu árbol genealógico tiene muchos “apellidos” que se parecen a ti: los Ahínco; los Tezoneros, Los Empeñados, Los Firmeza, Los Alcanzado y los Logrado.

Te agradezco haberme formado con tu facultad y seguirte usando.

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023