22/7/18

El desaliento toca a tu puerta cuando...




Para empezar, nosotros le abrimos la puerta:

Cuando permitimos que nos seduzca la depresión.
Cuando decimos y escribimos que "estoy abierto(a) al amor"
Cuando nos sentimos víctima de un desacierto y creemos que todo lo que hagamos lo debemos hacer muy bien.
Cuando no logramos los objetivos y, especialmente...
Cuando nos invade la sensación de pérdida.

Cuidado con esta sensación: te pido que reflexiones al respecto: ¿Define con claridad lo que pierdes?
A veces, "todo pierdes", sencillamente, porque no te has llenado de tí, no te has encontrado y quieres que otras personas llenen tu vacío.
¡Qué bonito comportamiento! (lo digo y lo escribo con sarcasmo.)

La presencia del desaliento se da:

Cuando ya no sientas tanto interés por tu responsabilidad principal.
Cuando ya no sonrías tan a menudo como antes.
Cuando sientas que te distraes con facilidad de tu objetivo principal.
Cuando olvides con facilidad detalles de tu sueño.
Cuidado, no permita que se asome a su interior esa “entidad desenergizante". Es terrible.
Y usted, ¿lucha contra el desaliento?

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023