La memoria resucita lo sepultado, lo sellado y lo olvidado. Por eso, a
la memoria se le llama no solo una facultad del hombre sino una potencia
del alma. Recuerdos, recuerdos y más recuerdos. Todo lo que hemos
vivido lo podemos recordar porque nos interesa y lo que no, simplemente,
está en el olvido.
¿Dónde vive el olvido? me preguntarás, no lo sé te contestaré.
El olvido
no tiene domicilio, ni correo electronico.
El olvido simplemente es
eso, olvido.
Bebamos una taza de recuerdos para evocar olvidos. Saludos!
Hasta pronto.