Existe un virus terrible, destruye relaciones, familias, amores, pasiones. Ese virus se llama “expectativas no enunciadas”.
¿A dónde quiero llegar? Rápido y en corto: Las personas quieren que los demás actuemos de acuerdo a sus expectativas. Tan fácil como este enunciado. “Si no se hace como yo digo, entonces me enojo”. No sé si reir, llorar o gritar con esta respuesta.
Te pregunto ¿quién dice que los demás van a actuar como tú quieres?, ¿En dónde te contagiaste de este virus?
Te entrego cuatro antídotos para evitar el contagio:
a) No esperes que los demás actúen de acuerdo a como tu quieres, a menos que lo negocies.
b) Si deseas algo, exprésalo, comunícalo, descríbelo y cerciorate de que la otra persona entienda y acepte lo que deseas.
c) No pienses que tienes la razón, ni la verdad en todo porque cada quien tiene las suyas.
d) Aprende de los demás, de sus acciones, convicciones y emociones expresadas.
¿Tienes tú la verdad y en todo estás en lo correcto?
Hasta pronto.
“El amor es para vivir, el dolor para crecer.”