“Estoy para servirle a usted, “de corazón”.
Es una frase que me expresó una alegre y joven cajera llamada Karina Soto mientras me cobraba el alimento que le solicitaba.
Me recibió Ever Marroquín –cuya atención personal y sinceridad me llevó a cambiar mi menú de alimentación. Ambos, Karina y Ever poseen un poder transformador. (Trabajan en la Macro Plaza en la ciudad de Tijuana, B.C. Méx.) Felicidades.
Esa frase: “estoy para servirle a usted, de corazón” posee un poder inmensamente transformador. Me alegró el alma, me volvió a fortalecer el ánimo, le dio aliento a mi esperanza de que en la juventud existen mujeres y hombres bien formados en casa y en su empresa para servir "de corazón".
Hasta pronto.