La voluntad es una potencia del alma.
Esa potencia es la que nos lleva a alcanzar lo que nos propongamos.
El verdadero ejemplo de la voluntad como potencia del alma lo vemos en esta fotografía.
La voluntad posee la fuerza de 100 elevada a la potencia que se desee; puede ser a la segunda, tercera o cuarta.
Si la fe mueve montañas entonces la voluntad crea todo cuanto existe.
Hasta la próxima.