El desaliento tienen muchos rostros y habita en muchas personas.
En ocasiones se presenta como una pregunta: ¿Para qué esforzarte?. Se presenta, también, como una respuesta: “Ya hice eso y no funcionó”. Se presenta diciéndote que lo que deseas es muy difícil. Utiliza dudas, burlas y descalificaciones.
También, el desaliento habita en el interior de las personas, especialmente, de las que viven cerca de ti.
El desaliento posee un aliado llamado: “el espíritu creativo destructor” cuya misión es encontrar razones, excusas, justificaciones, obstáculos e impedimentos dentro de tu mente que te obstaculizarán alcanzar tu sueño.
El desaliento es experto en destruir autoestima, esperanza y fe. Cuidado!
Tienes que aprender a reconocerlo en frases, actitudes y pensamientos internos.
Hasta la próxima.