16/1/20

87. Ni el amor tiene ciencia, ni la ciencia tiene amor.



Hace ya tiempo que conocí a una madre de familia cuya hija
(Jessica, jovencita de once años) posee un gran talento para la
pintura. Su madre tiene un solo propósito: dar a su hija las
herramientas que necesite para desarrollarse. Decía que ella no
importaba. 

Decía, también, que vino de lejos, que ha aprendido muchas cosas
de la vida y pocas de la ciencia.
Lo que más ha aprendido es a vivir el amor para su hija… Ella es
lo más importante, ”Yo, de todas maneras, vida tengo y con eso
me conformo.”

Qué gran ejemplo de una genuina madre, de poca ciencia pero de
mucho amor; de poco dinero pero de mucha riqueza; de poco
hablar pero de mucho actuar. Ella es un gran ejemplo a seguir.

Pregunta 87: ¿Eres un científico del amor o un amante de la
Ciencia?

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023