Elegí este título porque he escuchado esa pregunta
en muchas ocasiones. Y eso me sirvió de reflexión personal.
Esta tarde, mi inteligente colega Lissette, me animó
a escribir algo al respecto.
Empiezo por preguntarme ¿qué nos está pasando?.
Y sigo preguntándome:
¿...comprar ropa o cosas “de marca” de alguien
desconocido por casi todos y/o reconocido por su apellido solamente,
nos hace sentir muy bien; nos hace sentir ubicados
en diferentes escalones de la vida social.?
Por otra parte, ¿hablar o expresar las ideas de
otra manera, con acentos diferentes o vocalizaciones extrañas
nos “ayuda a ubicarnos en otros estratos socio-económicos?
Entonces, vuelvo a preguntarme: ¿qué nos está pasando?
¿En dónde nos desviamos para cambiar los valores
inmateriales por lo materiales?
¿En dónde nos “restamos” (solo yo, nada más que yo;
los demás, no existen, ni importan) para crear nuevos valores.
Por ejemplo, ¿el hablar de diferente manera y sentir ser y
pertenecer a otra categoría de mortales.?
¿Usar calzado, ropa y accesorios para distinguirse
de los demás es más selectivo y “nice”, a usar cualidades, habilidades, actitudes y valores, que nos pueden ayudar a construir
un mundo mejor para todos?
Sé que soy de la generación de la postguerra, la
generación que absorbió y se llenó por hacerse responsable de formar una familia,
responder, genuina y cabalmente por ella, en todos
los aspectos de la vida.
Esos eran ALGUNOS valores “de marca” con los que
nos formaron:
a) Comportamientos “de marca”:
Respetar a los ancianos, mujeres y niños.
b) Habilidades “de marca”:
saber comportarse en todas partes: en la calle, la escuela, la mesa, en el
hogar, con los amigos,
c) maestros y personas
mayores.
C) Actitudes “de marca”: apoyar a cruzar la calle a
los invidentes.
D) Actitudes “de marca”: “no enjuiciar la conducta
de los demás, ni juzgarlos, ni quejarse, ni meterse en vidas ajenas.
Vida “de marca”: evitar excesos, no comprar lo que
no se necesita, no pedir prestado absolutamente nada.
En fin, somos generaciones diferentes, gustos distantes en el mismo planeta, en el mismo país, con el mismo idioma;
no obstante con valores diferentes, disímbolos y posiblemente
antagónicos.
Hasta pronto.