Los abrazos sinceros alivian el alma de quien los recibe.
Dar un abrazo o recibirlo es una expresión del alma.
La persona que abraza lo hace abriendo sus brazos, exhibiendo su sincero corazón y brindando una limpia y amplia sonrisa sobre la persona que recibe su abrazo. En ese hecho se funden los más puros corazones, intenciones y expresiones entre el que brinda el abrazo y quien lo recibe.
Abrazar es proteger, es apoyar y es brindar una genuina y muy necesaria expresión de afecto.
Abrazar es entregar fuerza interior, es aliviar un poco el dolor del alma y decir “cuenta conmigo, no estás solo(a)”.
Dar un abrazo es un gran alimento para el alma.
Por supuesto, le envio un fuerte y cálido abrazo a usted que me hace favor de acompañarme leyendo estas líneas.
Y usted ¿ya abrazó a sus seres queridos?
Hasta pronto.