19/7/18

Yo, el No.




Es lo primero que se le enseña a un bebé: “decir No, con su movimiento de cabecita.”

Ese es el momento de mi nacimiento.
Me “bautizaron” con el nombre: No

Mi nombre  ha hecho tanto daño como provecho.
Mi nombre es el más pronunciado cada día.
Mi nombre es tan bueno como malo.

Yo, soy el causante de muchas desgracias; sin embargo, también de muchas gracias.

Yo soy un monosílabo fácil de pronunciar y difícil de olvidar.
Yo soy una palabra  que tienes que aprender a pronunciar.

Para pronunciar mi nombre tienes que ser una persona llena de madurez.
Mi nombre debes pronunciarlo a tiempo, con sinceridad y sin arrepentimiento.
Mi nombre estará a tu disposición para tu bienestar, tu seguridad y tu fortuna.
Mi nombre lo debes pronunciar bajo tu propia responsabilidad.

Me crearon con un propósito: hacer el bien a todos.

Cuidado conmigo. ¿no?

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023