Un
silencio enriquece, fortalece, corrige, elige, decide y actúa.
La
acción no necesita palabra alguna.
La palabra, a veces, no necesita de acción ninguna.
La palabra, a veces, no necesita de acción ninguna.
El silencio para orar, agradecer, enmendar y
para aclarar.
El silencio es la alegría del alma y el grito del espíritu.
El silencio posee una gran fuerza transformadora para emitir una palabra.
El silencio es la alegría del alma y el grito del espíritu.
El silencio posee una gran fuerza transformadora para emitir una palabra.
Callo hablando y hablo callando.
Hasta pronto…ssshhhh.