Oración a mi manera.
Dios mío, amigo mío:
Sé que habitas en mí. Eso me hace vibrar, me hace sentir y me hace
vivir.
Se que mi ser es un milagro de vida y mi alma un regalo de tu eternidad.
He aprendido a verte en el rostro de los niños, en los conflictos de los jóvenes y en los
comportamientos de los adultos.
He aprendido de los amaneceres, atardeceres y anocheceres. El amanecer
me brinda la fuerza, el atardecer me calma la fatiga y el anochecer me regresa
la energía.
Te digo que he convertido mi vida en una canción y mi trabajo en una
oración.
Conmigo vives y convives a través de mi familia, familiares, amigos; te
apareces en mis recuerdos y mis sueños. Te apareces en el rostro de cada persona que trato y en cada persona que atiendo.
Me has dado dones que he convertido en herramientas para enseñar y
llevar una vida en paz, sencilla y sin complicaciones. Estoy convencido de que
enseñar es una bienaventuranza solamente escrita en los corazones de quienes no
saben, o no pueden o no quieren. A ellos inspíralos e ilumínalos. A mí guíame
para ser cocreador de un mundo mejor.
Vivo en ti, a traves de mis colores, mis labores y mis palabras.
Amigo mío estoy en ti, como tu
estás conmigo desde siempre y para siempre.
Nota:
Quiero decirte que un amigo mío, que también es amigo tuyo llamado José María, me enseñó a elegir mis propias batallas de cada día en la que Tú cabalgas a mi lado.
Autor: Luis Molina Canales.
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