Los
sueños empiezan en la infancia, continuan en la adolescencia y nos
acompañan durante toda la vida. Sin embargo, creer en ellos es algo que
va perdiendo valor a medida que pasan los años…a no ser que nos
eduquemos cuidadosamente con el concepto de “vivir los sueños, diseñar un plan de
acción e ir por ellos”.
Las
ilusiones encierrar esperanzas de alcanzar algo. Para esto, entran en
juego muchos elementos que, a veces, no dependen de nosotros; eso hace
que nos olvidemos de las ilusiones. Y esto pierde valor.
La
ambición provee la motivación y determinación necesaria para lograr
objetivos y metas en la vida. En ocasiones, se suele confundir la
ambición con la codicia. Una persona codiciosa podría dañarse a si
misma o a los demás para conseguir lo que desea.
La ambición genuina, en contraste, tiene que ver con el deseo de ser mejor. Las
ambiciones son fuerzas internas que pueden empezar con aspectos
meramente materiales. Pero cuando ambicionamos convertirnos en seres muy preparados
se puede alcanzar esa ambición.
La ambición habla muy bien del hombre que tiene delante de sí una gran imagen de lo que debe alcanzar.
Le sugiero que Crea en sus sueños, ambiciones e ilusiones.
La ambición habla muy bien del hombre que tiene delante de sí una gran imagen de lo que debe alcanzar.
Le sugiero que Crea en sus sueños, ambiciones e ilusiones.