Pienso
y estoy convencido de que el alma no debe doler. Es solamente, un decir
informal de las personas. “siento un dolor profundo en el alma”. Para empezar el
dolor es un síntoma de que algo no está bien.
Para
mí, todos los dolores del alma son las sensaciones e incomodidades provocadas
por un fin inesperado. Algunos les llaman decepciones; otros, frustraciones; otros,
“callejones sin salida”, desesperaciones o impotencia.
¿Por
qué aparecen estos dolores?.
O bien porque no se dieron los resultados, o
porque nos engañaron o porque esperábamos más de lo que realmente recibimos.
Cuidado con las ambiciones, los sueños, las ilusiones, las esperanzas;
sobretodo cuando éstas no dependen de nosotros. Esas son los detonadores del dolor.
Pero
¿qué hacemos con ese dolor?...
¿Sentirnos víctimas y caminar lento y mostrando la herida?, ¿Sentir que no merecemos un sufrimiento?, ¿O culpar a los demás? O aprender de lo sucedido.
¿Sentirnos víctimas y caminar lento y mostrando la herida?, ¿Sentir que no merecemos un sufrimiento?, ¿O culpar a los demás? O aprender de lo sucedido.
¿A
usted le duele el alma?