Andar sin andar es igual a caminar sin caminar...y por supuesto ni siquiera saber a dónde ir, que es lo peor!. No sé a cuántas personas nos sucedan estas cosas. Palabras más, palabras menos fueron las que escuché durante una sesión de mentoria.
La ventaja de esto, contesté, es que se sabe que no se está yendo a ninguna parte. Otra ventaja que se tiene es que se camina, se mueve, se sabe vivo. Ahora lo que se necesita es pensar sintiendo y sentir pensando lo que se desea lograr más que lo que se desea hacer.
Cuan difícil es escribir que la vida es muy fácil vivirla, que es muy fácil caminarla, sentirla y disfrutarla. Lo que puede suceder es que en ocasiones nos sentimos perdidos, sin rumbo, sin ver "las orillas de los logros" porque ponemos la mirada en otras cosas más que en nuestros sueños, objetivos y metas. Cuidado con esto!.
Pues bien, pensemos pensando y caminemos caminando (si me lo permite expresar de esta manera) buscando el fin que nos hemos propuesto lograr.
Hasta pronto.