…”aquí, esperando… a ver cómo amanezco…”
Pues bien, al menos esta persona tiene el divino regalo de
poder dormir hasta que amanezca.
Cuando amanezca, él o ella sentirá haber descansado,
posiblemente un poco adolorido(a) del cuerpo, quizá con deseos de ingerir algún
alimento.
Ya esperó allá, ya amaneció aquí. Ahora ¿qué sigue?
La respuesta puede ser: empezar a disfrutar ese único y
bello día que le ofrece la oportunidad de ser mejor persona y hacer mejores
cosas. También, empezar a sembrar y/o cosechar, compartir y/o recibir, dejar y/o conservar, o cuántas cosas más se
pueden hacer durante este gran día.
Y usted ¿cómo amaneció?
“El amor es para vivir, el amanecer para empezar de nuevo.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario