Cuando hay bondad en el corazón y no hay confianza en la
razón, algo no está bien.
Algunas personas pagan un precio demasiado alto cuando
segundas personas o su pareja no cumplen su palabra. Las primeras se castigan a
sí mismas negándose la oportunidad de abrirse a nuevas relaciones…y las
segundas se retiran llevándose la razón de que la otra persona lo provocó. A mi
parecer, ambos han fallado: uno por callar y el otro por ocultar.
Si él o ella falló y tú has decidido separarte, no tienes tú
que pagar por ello. Ese pago se
manifiesta en la exagerada desconfianza hacia los demás, se manifiesta en la
vida aislada a la que se condena, se manifiesta también en que no se permiten
disfrutar intensamente la flama de una nueva relación que se enciende cada vez
más con los vientos de la confianza y admiración hacia la otra persona.
Y Usted ¿desconfía de los demás?
“La bondad es para crecer, la confianza para acceder”.
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