Los efectos de nuestras
acciones siempre regresan. Hagamos lo que hagamos, deseemos
lo que deseemos y provoquemos lo que provoquemos, sus resultados vendrán a
nosotros.
Es lo que algunos llaman
la “Ley Bumerang”.
Si mi mano lanza algo, regresará a mi.
Si de mi boca brota una
palabra, una frase, un deseo o una declaración, positiva o negativa, los resultados
regresarán a mí tarde o temprano.
Si en mi pensamiento
deseo algo para los demás, ese resultado llegará a mí. Así que recomiendo
cuidar los pensamientos, deseos y palabras.
Somos seres únicos, grandiosos
y mágicos porque nuestras palabras las convertimos en resultados, los deseos en energías y los sueños en realidad. Es definitivo, somos seres
extraordinarios.
Y usted ¿se siente un
ser extraordinario?
Hasta pronto.
“El amor es para vivir, la
magia para crecer.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario