En mi interior reside el juez que declara el bien o el mal hecho de una acción, palabra o gesto.
Es definitivo que sé perfectamente lo que es el bien y el mal para mí o en mí o por mí. Para seguir por el camino llamado “de mi rectitud” yo me declaro enemigo de la maldad y me ubico como amigo y promotor de la bondad.
Aquí cabe mencionar a qué le llamo lo malo o maldad: En lo personal, califico de malo o maldad a toda acción, palabra o gesto que impida el desarrollo propio o el de los demás.
Te invito a continuar por el camino de la búsqueda incesante por tu propio desarrollo y el de los seres con quienes interactúas.
La declaración en la que trabajaré el día de hoy es: “Yo triunfador, ante la maldad, me resisto.
Hasta pronto.
“El amor es para vivir, el dolor para crecer”