Los
sueños son la semilla de algo que se realizará en el futuro. Soñar es
mantenerse jovial y con esperanza de lograr algo diferente. Dejar de soñar es
empezar a envejecer, es negar la capacidad creativa, es negar la posibilidad de
un mejor mañana, en negar una gran capacidad del ser humano.
Los
sueños alimentan nuestro entusiasmo y nuestra alegría. Los sueños fortalecen el
espíritu de combate ante las adversidades a las que nos enfrentaremos para
hacer realidad nuestros sueños. Los sueños tienen enemigos, los sueños tienen
adversarios, los sueños tienen la posibilidad de desaparecer si no los sabemos
defender. Los grandes enemigos de los sueños
tienen nombre y apellido. El principal enemigo es uno mismo gestado en
el temor interno; los enemigos externos posiblemente, no los identifiquemos, pero
te comento que hay ladrones, bloqueadores y exterminadores de sueños. Cuidado!
Si
dejamos de soñar empezaremos a envejecer. No lo permitamos.
Hasta
pronto.
“El
amor es para vivir, el dolor para crecer.”