Cuando se trata de profundizar en el conocimiento de cualquier tema, la opinión de un individuo se limita a una sola; la de los demás es mucho más variada, enriquecedora y aclaradora.
El gran tesoro del ser humano es la creación del conocimiento; es crear nuevas ideas, nuevas tecnologías, nuevas maneras de expresar el arte, nuevas maneras de prevenir enfermedades, de embellecerse, de cuidarse, de elaborar los alimentos, de viajar, divertirse, etc. El conocimientos es, en definitiva, seguir haciendo funcionar un poder co-creador que cada uno de nosotros posee.
El conocimiento nos lleva a un mundo nuevo, nos brinda luz, nos abre las puertas de la salud, del bienestar; nos permite crecimiento y, sobre todo, de estar en sano contacto con todos los seres del planeta empezando por lo que tenemos más cerca.
Conocer es una gran alegría y nos proporciona una clara libertad. Y una gran bienaventuranza no expresada fue: “ Bienaventurado el que enseña y el que aprende.”
Hasta pronto.
“El amor es para vivir, el dolor para crecer.”
