Como estudiante se tienen pocas cosas materiales, pero muchos valores espirituales. Para empezar: tengo mis sueños e ideales, Entre mis valores cuento especialmente con “mi palabra y mi respuesta” a mis compromisos. Creo que estos valores están fortaleciendo mi espíritu y engrandecen mi alma como ser humano, como creyente y como futuro médico.
Como mi vida es todavía corta me doy cuenta que, para caminar lejos, no basta la salud del cuerpo, hace falta la alegría de servir y la esperanza de vivir a plenitud compartiendo conocimientos con los demás y siendo verdaderos ejemplos de honestidad.
Creo que todos los jóvenes deseosos de autodesarrollo debemos vivir este credo.
Hasta pronto.