Hay cosas que no se dicen pero sí se escriben; hay cosas que no se esperan pero sí llegan, y hay cosas que no me gustan pero están en mí.
A veces le digo dulcemente a la vida: “gracias por todo y por nada”. Gracias por lo que soy, lo que conservo y lo que comparto; por lo que tengo y lo que no tengo; por lo que disfruto y por lo que me duele. Gracias a la vida por todo y por nada.
Hay cosas que no se dicen pero sí se escriben.
Usted ¿dijo o escribió algo?
Hasta la próxima.
“El amor es para vivir, el dolor para crecer.”