Simplemente, transfórmate.
Por ejemplo: De un ser gruñón a uno agradable, de un ser triste a una alegre persona; de una persona fría a una cálida compañía. De una persona irresponsable a un responsable ciudadano; de un hombre descuidado a uno detallista; de un distraído a un observador, etc.
El mundo se merece una transformación total; entre ellas está la de mi ser y la de tu ser. Elige tu.
Hasta pronto.