El trabajo nos transforma en seres creativos, en seres capaces de resolver todos los problemas de ese día; en seres capaces de crear facilidades y comodidades; en seres capaces de crear prosperidad humana.
En definitiva, el trabajo nos da la oportunidad de hacer felices a muchas personas porque ellos son los usuarios y/o consumidores de nuestros productos o servicios. Ellos disfrutan las mieles de nuestra labor final.
El día de trabajo es un regalo y su moño es la alegría de hacerlo. Bendito trabajo.
Hasta la próxima.