Crearse y recrearse… ese es el deber de cada persona.
No nos descubrimos, nos creamos a cada instante. Nos creamos para crecer.
Nos creamos para el miedo o para la valentía, para la pobreza o la riqueza, la salud o la enfermedad, el amor o el odio, la esperanza o la desilusión.
Nuestra capacidad es asombrosa…desafortunadamente hemos perdido nuestra capacidad de asombro.
Hasta la próxima.