Tiempo, años, meses...Hemos estado juntos mucho tiempo. Te conozco y me conoces.
Eres la presencia en un instante preciso, posees la permanente fugacidad de una centella y, con tu marca, te conviertes en un recuerdo imborrable.
Con mi presencia o sin ella eres medida, con un principio y un final. Sé que nada traes con tu llegada, ni deparas fortuna alguna en tu relativa permanencia. Solo eres oportunidad expresada en 365 días.
Algunas personas solo te verán como una cifra, otros como un recordatorio de hacer nuevos propósitos; otros como nuevas oportunidades de hacer y lograr algo. Yo te veo como el marcador de mi vida; te agradezco que me hayas enseñado el valor que tienes, más no el valor que eres...el Sol te señala; las estrellas te ubican; la humanidad te marca de una y mil formas. En lo personal, me ocupo de no desperdiciarte.
Sé que no llegas a nuestras vidas con regalos, ni con nuevas fortunas. Las circunstancias y resultados que “te heredó” el año 2020 aquí están. Lo sabremos mejorar.
Te comento que el año 2020 nos llenó de aprendizajes nuevos; de otras maneras de ver la vida diaria, Nos enseñó a ser muy prudentes en todo, a cuidarnos unos a otros. También, nos enseñó a ser precavidos, cuidadosos y vivir con más cautela, por supuesto, cautela consciente.
Te doy la Bienvenida y sé que has llegado como oportunidad de coronarte como el mejor año para la raza humana, porque fungirás como “un marcador” para mostrar grandes cambios existenciales, ocupacionales, laborales, familiares e individuales... “a tu debido tiempo”.
Será un placer acompañarte estos 365 días, y una gran bendición vivirlos a plenitud en tu espacio bien sea como doce meses, o 52 semanas o bien con tus 8,760 horas que te han concedido marcar.
¿Acaso, realmente, eres un tiempo que todo lo cura? O, simplemente, ¿eres oportunidad y esperanza?
Seas como seas, Bienvenido Año 2021.
Hasta pronto.