Cuán fácil es ser hombre, pero hombre criticado.
Por supuesto, que somos complementos naturales: nosotros los hombres y ellas las mujeres,
para la procreación.
A veces, parece que nuestra casa es un campo de guerras; nuestras conversaciones son argumentos de destrucción y nuestros olividos el alimento de la reclamación.
Nosotros los hombres somos, sencillamente, grandiosos. Ustedes las mujeres, son maravillosas.
Sin ustedes no hay paraísos familiares.
Hasta pronto.