21/8/16

Un instante basta para cambiar mi vida o la de cada quien.

Todos los días suceden cosas inesperadas que pueden cambiar nuestra vida. A esto le llamo la Vida.
Por eso he compartido temas tales como: La vida, la de cada quien", o bien "Cada quien elige sus batallas".

Las cosas, las conductas, los resultados, las decisiones de terceras personas son las que, en muchas ocasiones, llamamos "los sucesos inesperados de la vida". Y , estimado lector, no son los sucesos inesperados de la vida lo que nos puede cambiar. Lo que debemos cambiar es LA  O LAS EXPECTATIVAS QUE TENEMOS SOBRE SEGUNDAS O TERCERAS PERSONAS. Expectativas no enunciadas, no comentadas y menos NO negociadas. Muchas personas sufren, sienten que "su vida se desarrila", sienten que "pierden la brújula" por sucesos, decisiones y resultados del comportamiento de otras personas. En ese momento, suceden una serie de conjeturas, totalmente subjetivas"; buscamos razones en Tierra, Cielo y Mar de ¿por qué sucedieron esas cosas?.

En muchas ocasiones, he comentado o les he hecho una pregunta: ¿Por qué no?. ¿Acaso creemos que por el simple hecho de ser personas maduras, no se van a presentar sucesos inesperados?.
Son dolorosos porque nosotros les hemos dado el valor de suceso inesperado y de dolor inmerecido.

Quiero decirles que en este momento estoy haciendo de cuenta que estoy hablando a un grupo de personas que "dicen que no merecen esos sufrimientos". Yo les digo, con objetividad que el sufrimiento es voluntario. Que hagan un análisis de ese dolor. ¿Qué se perdió realmente?. Tienen que ser muy honestos con ustedes mismos. No acepto ninguna respuesta tal como: "¿Qué van a pensar los demás?. Los demás, quizá ni piensen, ni les interese tu vida. Les recuerdo que a los demás también les pueden llegar sucesos inesperados, inimaginados  y no concebidos en su mente.

Un instante basta para cambiar mi vida o la de cada quien. Piensen!.

Hasta pronto.


Escuela del Razonamiento 19 sept 2023