29/7/16

Ni gritos, ni sombrerasos!

Esta antigua frase me recuerda que no son necesarios ni el grito ni el espanto.

Ni gritos, ni sombrerasos para ser mejor persona.
No son necesarios para enseñar, persuadir, ni convencer.
Tampoco son necesarios para atraer, llamar o acercar.

Quiero emplear de esta frase su polaridad: "Silencios y señas".
Esto es lo que nos hace falta para reflexionar sobre nuestros talentos.
Sobre cómo aprovecharlo, cómo enriquecerlo, cómo fortalecerlo.
Nuestros talentos deben ser adornados con silencios de sabiduaría y señales de asentimientos.

Ni gritos, ni sombrerasos.

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023