El alma habla cuando nos
salimos del camino; es el momento de corregir.
El alma habla cuando ve
injusticias; es el momento de luchar.
El alma habla cuando ve
pobreza; es el momento de compartir.
El alma habla cuando ve ignorancia; es el momento de enseñar.
El alma habla cuando ve ignorancia; es el momento de enseñar.
El alma habla cuando
somos incapaces de salir adelante; es el momento para crecer.
El alma habla cuando
hemos hecho algo que dañe a los demás; es el momento de pedir perdón.
A veces, simplemente, el
alma habla porque tiene mucho qué decir; es el momento para gritar fuertemente o vehememente exigir.
Y su alma, ¿tiene algo que
decir?
Hasta pronto.