9/8/15

La autoridad es para servir, no para servirse.

Todas las personas que tenemos la responsabilidad de desarrollar a las personas, sean hijos, alumnos, colaboradores, asistentes, etc., tenemos el deber indelegable de hacerlos crecer, de que aprendan sin miedos, sin amenazas, sin excusas. Debemos hacer que ellos logren sus compromisos, hacer que su talento luzca y se aproveche en lo que se está necesitando.

¿Quién nos da esa autoridad?. Creo que no tengo una respuesta correcta. Lo que si me atrevo a mencionar es que la autoridad nace por la manera en que nos hemos organizado bien sea en familia, empresa, escuela, taller, salón, comercio, etc. La autoridad que nos la dá la posición, como padres, jefes, maestros, tutores o como se quiera denominar a un puesto  no es para "mandar" sino para servir. 

Creo que no hemos entendido este deber: el servir a través de la autoridad ejercida. Este servicio se dará cuando hacemos que nuestros "supervisados" (bien sea por tareas o por comportamientos) logren su libertad para hacerlas y/o comportarse de acuerdo a los requisitos negociados. Por otra parte, facilitarles los apoyos para que lo hagan con profesionalismo y autonomía. La dependencia existe, claro. Pero el deber de servir de la autoridad no se elimina.

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023