24/5/15

De esperanzas y de ilusiones no se vive...

No basta esperar a que las cosas sucedan, que mejoren, que sean diferentes, que se parezcan a lo que estamos deseando.
No basta vivir de ilusiones, ya que, simplemente, éstas, si no se convierten en objetivos y metas, solo tienen una razón de ser: probar que las ilusiones existen.

Por supuesto que las esperanzas y las ilusiones tienen otros significados. Como por ejemplo: yo espero que mi hija sea mejor estudiante. En esa "espera", está implícita mi confianza y mi aportación de ideas para que eso se logre. Por otra parte, es conveniente conversar con ella para hacerle ver mi estado de ánimo esperanzador y lleno de confianza.

Las ilusiones, ellas me parecen que tienen edad: su madurez se da en la pubertad. Después, a medida que los años pasan, las olvidamos y las dejamos en el recuerdo de nuestra incipiente juventud. Es posible que en muestra madurez ya no hablemos de ellas, ni mencionemos siquiera la palabra. 
Esto se debe a que pocos padres nos hablaron del significado y fuerza que las ilusiones tienen. La edad de las ilusiones, es la edad propicia para aprender a fertilizar la semilla de una idea, trabajar en ella y verla convertida en nuevos frutos.

De esperanzas y de ilusiones no se vive si no se enseña o aprende a valorar la virtud de la esperanza y la dulzura de la ilusión.

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023