23/6/14

La actitud de servicio no basta.

Por supuesto que la Actitud de Servicio empieza con una sonrisa, continúa con atención y termina con una agradable y grata despedida. Creo que no basta eso, es necesario añadir un ingrediente esencial: Diligencia.

La diligencia es la virtud o cualidad interna de lo seres humanos con la que se combate la pereza y se demuestran logros.
En su calidad de virtud, la diligencia abarca a Ser Superior, a uno mismo y, por supuesto, a los demás:

Diligencia con uno mismo significa no ser inactivo, no caer en la pereza, contar con objetivos y metas fijas, y cumpliéndolos oportunamente.

Diligencia con los demás significa poner entusiasmo en las acciones que se realizan con y para los demás. Los demás, (nosotros) son o somos quienes, en un momento determinado, dependemos de su servicio,  su atención y sus tareas. Nosotros no solo necesitamos sus conocimientos, habilidadess, actitudes y prontitudes del que provee un servicio; también, necesitamos de su Diligencia.

Este artículo está dedicado a tres personas que estuvieron brindando (y me birndaron) un servicio en una aerolínea. Ellos son Claudia, César y STW. Jessica. Los dos primeros en tierra, la tercera en el aire.

César, resolviendo dudas de los pasajeros,
Claudia, asignando lugares y entregando, alegremente, documentos.
Jessica en la aeronave recibiendo y despidiendo a quienes con ellos volamos. Además, estando al pendiente de nuestra comodidad durante el trayecto.

Ellos son una evidencia actual de la acción Diligente del Servicio Profesional.
De mi parte, gracias por su ejemplo, acciones diligentes y despedidas agradables..

Los tres involucrados con  la logística del servicio para el vuelo 2016 (Gudadalajara-Monterrey) del dia domingo 22 de junio de 2014.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023