Las excusas… ah, las excusas!
Parece que ellas nos invaden por no cumplir los compromisos cuya respuesta era No. Por no saber decir No, tenemos, en algunos casos, que buscar excusas, que aparentemente nos eximen del compromiso.
Las excusas son directamente proporcionales a la incapacidad de decir No. Recordemos que es mejor un no a tiempo que una excusa inoportuna.
Las excusas se aceptan si provienen de tres verbos-fuente: 1) No se; 2) No quiero, y 3) No puedo. Pero por favor, se vale pedir ayuda: Si no sabes, pregunta; si no puedes, pide ayuda; si no quieres, entonces pregúntate y contesta por qué.
Una excusa y una justificación son muy diferentes en sus orígenes; la justificación es un derecho mientras que la excusa en una muestra de incompetencia interior.
Hasta pronto.