El deseo es un espíritu agradable que se posa en nuestro interior y nos susurra algo al oído.
Ese algo es siempre para alcanzar un bien o para luchar por algo bueno.
Yo no creo en los deseos malos aunque sé que existen. Yo a esos no los dejo dar un paso adelante. Mi aprendizaje está en el camino del bien, de lo benéfico, de lo moral de lo mejor y de lo excelso.
Desear ser mejor es mejor que no serlo.
Hasta la próxima.