Otros sentimientos para vivir la vida.
Aceptación o Rechazo.
Lo que he observado en la vida es una gran acción de las madres. Ella es el único ser sobre la tierra que acepta a sus hijos(as) tal cual son. Las madres de la tierra no ven en sus hijos ni un pero, para ellas su hijo es el más hermoso, el más alegre, el más fino, (y todos los calificativos que se nos ocurran pensar) sobre la faz de la tierra.
Podemos afirmar que sí ha existido un ser que nos ha aceptado incondicionalmente, que su aceptación ha ido más allá que el buscar algo a cambio. Nuestras madres no espera nada, ellas nos contemplan, nos enseñan, nos conduce, nos alientan, nos recuerdan, nos añoran, nos bendicen; jamás nos rechazan.
Ahora me pregunto, además nuestra mamá ¿quién nos acepta tal cual somos? La respuesta no la escribo porque no quiero equivocarme. Sin embargo, lo que he aprendido y siempre compartido en las ideas expresadas es que el sentimiento de Aceptación está en nuestro interior. Aceptarnos a nosotros mismos es abrir las puertas de la autoestima, es darnos la oportunidad de ver en nosotros un yo ideal. Es darnos, también, la oportunidad de empezar a vivir sin ningún obstáculo ni peso adicional
Aceptarse a si mismo es el mejor regalo que nos podemos ofrecer.
El sentimiento de rechazo lo experimentamos con más frecuencia. Es cuestión de observar la manera en cómo nos tratan los demás.
¿Hasta dónde el sentirse rechazado puede ser una lección de vida para corregir nuestros comportamientos?
¿Hasta dónde el sentirse aceptado es una lección que nos puede paralizar en la búsqueda de ser mejores cada día?
Aceptemos a las personas como son; no rechacemos la oportunidad de aprender de los demás. De todas maneras, ser aceptado o rechazado es ser tomado en cuenta para algo: acercarnos o alejarnos. De ambos podemos aprender.
Hasta la próxima.