Cuando hemos decidido lograr algo y
emprendemos el camino hacia su búsqueda nos imaginamos que pronto lo
alcanzaremos. Sin embargo, debemos recordar que los caminos están llenos de
obstáculos. Esos están ahí para saltarlos no para estamparnos con ellos. No
todos los caminos son llanos, ni parejos, ni lineales; tienen sus curvas, sus
declives, sus desniveles, sus obstáculos inesperados, etc. Todos éstos se pueden resolver.
Por otra parte, cuando iniciamos el recorrido, en nuestro
interior empiezan a aparecer los verdaderos obstáculos que viven en nosotros; éstos pueden ser el desaliento, el cansancio, la desesperación o la impaciencia. Desafortunadamente, esos
son los verdaderos obstáculos y tenemos que enfrentarnos a ellos porque tenemos
el potencial para sortearlos.
No hay obstáculo que no se pueda
derribar, ni puente que no se pueda cruzar. Animo!
Hasta pronto.
“El amor es para vivir, los obstáculos
para derribar.
Por lo pronto: Canadá, Estados Unidos y Reino Unido:
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