28/2/19

Hola, Consuelo.


Naces de una palabra del latín, y es la suma de estos dos elementos gramaticales:
-El verbo “consolari”, que puede traducirse como “aliviar” o “calmar”.
-El sufijo “-uelo”, que se emplea como diminutivo.

Por la naturaleza de ser Consuelo, te describo: eres alguien que brinda alivio, haciendo que la angustia o la pena se sientan con menos intensidad.
Haces que las personas agobiadas por las razones que sean se sientan que tienen esperanza de algo mejor; que se sienten que no están solas; que hay alguien que les brinda apoyo.
Consuelo, no se si eres magia, o eres fuerza, alivio o milagro.

Normalmente, apareces y brindas:
Consuelo para quienes de veras sufren.
Consuelo para quienes han sufrido o sufren abusos económicos, físicos, emocionales, espirituales.
Consuelo para quienes no saben vivir en soledad, en austeridad, en la oscuridad.
Consuelo para quienes no ha habido justicia verdadera.
Consuelo para todo ser que desea quitarse la vida.
Consuelo no para los ignorantes, sino para los sabios. Quien ignora, desconoce todo; por lo tanto no necesita de ti. Quienes dicen saberlo todo, están expuestos a todo tipo de enfrentamientos y agobiantes tareas y frustraciones paralizantes; ellos necesitan de ti.
Consuelo para quien sufre, para quien llora, para quien hambre tiene, para quien enfermedad padece y para quien dice que nada tiene, nada puede y nada es.

Consuelo: Eso que das debe servir para que quienes reciben tu consuelo, se levanten, eleven su espiritu y emprendan de nuevo el camino para seguir adelante…no solo para aliviar el dolor.

Hasta pronto.

27/2/19

Hola, Amargura:

Te apareces en todas partes y en muchas circunstancias:
Amargura porque:
a) No se dieron los resultados esperados,
b) Los demás no son lo que yo esperaba.
c) Siento poco valor en mi.
d) No sé de dónde vengo, ni en donde estoy...y menos a donde voy.
e) Amargura, porque perdió el equipo favorito.
f) No me alcanza el dinero.
g) No puedo vivir en donde deseo vivir.
h) No me puedo deshacer de una persona.

Que amargas son las frases de amargura; esas frases tienen el poder de contagiar a los demás y contaminar la confianza en la persona que siente amargura.

¿Por qué se amargan muchas personas?
..."dime abuelita, ¿por qué?"
Sus respuestas fueron muchas: las personas se amargan porque:
a) No disfrutan lo que son, lo que saben, lo que pueden y lo que quieren.
b) Quieren ser admirados por los demás, cuando ni siquiera a los demás les interesa su vid.
c) Les interesa más la opinión de los demás que la que ellos tienen de sí mismos.
d) Desean ser más y mejor que todos...(esos son la amargura misma enriquecida con tonterías.)

Otras personas se amargan porque:
a) El mundo no es como ellas quisieran que fuera.
b) Les ataca la envidia al ver la manera de vivir de los demás. Eso es lo peor, porque para los amargados o amargadas las cosas y las personas tienen un significado diferente.

En fin los amargosos son enfermizos(as), todo les cae mal al estómago y desean tener más de lo que No tienen.
Eso no se quita, al contrario se agria su ser y aceda su vida... y acedan la vida de otros.

Eres terrible, Amargura, con sabor a hiel.

Hasta pronto.

26/2/19

Hola, Dulzura.

Entre las conversaciones en mis sesiones de Mentoría hubo un hombre que me habló de “su dulzura congelada hace más de 30 años”.
Me decía que nunca se dio cuenta de que había dulzura en su ser; en su trato, en su voz, en su mirada, en su esperanza, ni en su diario vivir. El estaba dedicado a su tarea, a cumplir sus compromisos consigo mismo. 

La vida, que es la suma de eventos, relaciones, sucesos cercanos y todo lo que pasaba a su alrededor lo hizo desviar su dulzura, esconderla, guardarla y conservarla. Dice que la guardó tanto que su dulzura quedó congelada en su interior. Ahora no la puede derretir; se da cuenta de que aquella vida pasó, se llevó con ella su dulzura y a la mujer que nunca pudo conquistar, ni llegó a conocer a los hijos que nunca se atrevió a tener.
La única manera que esa dulzura se ha derretido es convertida en lágrimas saladas.


Me sugirió que escribiera algo al respecto, especialmente para los hombres que parece que ni en su ser, ni comportamiento hay dulzura por ningún ángulo. Quizá ni siquiera conozcan la dulzura de la miel de abeja.
Su mensaje es que, por favor, la nueva generación de hombres brinde: Dulzura en su trato, en su voz, en su mirada y en su diario vivir . Viva y entregue esa dulzura llevando de la mano a sus seres amados, mirarlos con dulzura, enseñarles sin premura, bendecirlos, amarlos y no abandonarlos nunca jamás.

Lo que puedo compartir sobre la Dulzura es que es un comportamiento ante segundas personas en donde se expresa tacto al acercarse, voz baja y suave al contactarse, mirada brillante, sonrisa en su rostro y alegría en su alma. Otro ingredientes de la Dulzura es la paciencia que se convierte en el verdadero regalo para toda persona. Esa paciencia, se debe desdoblar en Compasión y Generosidad de todo tipo ante los seres que tratemos. 

Dulzura eres una cualidad que abre las puertas de la estima genuina en las demás personas; eres alguien que lleva confianza en su trato; que comparte alegrías sin esperar nada a cambio. Dulzura haces tanta falta como las abejas que, cada día, están desapareciendo. Hablamos de la miel, mas no de la dulzura; hablamos de los dulces y de inmediato surgen los inconvenientes de ese dulce o dulces.
La miel es libada por la abeja; la obtiene de las flores: todo es perfecta armonía.
La Dulzura es entregada a las personas, sobre todo para los niños, jóvenes y personas mayores; por supuesto, los adultos requieren de una pequeña dosis de dulzura para ellos. 


Ellos son quienes se convierten en los dadores de miel espiritual y tratos de dulzura emocional.

Hasta pronto.

25/2/19

Hola, Olvidos y Recuerdos… (los primeros, olvidados; los segundos recordados).

Hola, Olvidos y Recuerdos… (los primeros, olvidados; los segundos recordados).

Es posible que no recordemos cosas de nuestra niñez, nuestra juventud o nuestros días pasados. Esos recuerdos son formas de encuentros internos; esos olvidos son formas de libertad ansiada.

La niñez de muchos estuvo llena de inocencias, sueños, juegos, árboles y amigos. Esa, nuestra vida infantil, no tenía mañanas, ni tenía ayeres; solamente presentes, sonrisas y alegrías. A medida que crecimos desaprendimos esos valores que constituyeron nuestro ser genuino; dejamos de soñar, dejamos de jugar, los amigos nos separamos, y solo los recuerdos permanecen en nuestra memoria: recuerdos que pocas veces son recordados y mil veces recuerdos olvidados.

Si rescato los valores de mi pasado los refuerzo, los avivo, los vivo y volveré a vivir y avivar con verdaderos sueños para lograr grandes cosas en mi futuro añorado, si no, solo serán recuerdos olvidados.

Con frecuencia me repito: "recuerda los recuerdos olvidados, y olvida los olvidos olvidados; los primeros me darán alegrías, los segundos libertades."

Hasta pronto.

21/2/19

Hola, Obscuridad:

Gusto en saludarte. Conozco muy poco sobre ti; por ejemplo, desde el punto de vista de la pintura eres un efecto magistral, misterioso y bello. Tus claro-oscuros muestran tu hermosura, iluminada por tu gran aliada: la luz.

Obscuridad, ¿solo eres ausencia de luz? O ¿acaso eres su acérrima enemiga?
¿Quién de las dos tiene más valor: tu, como obscuridad, o ella como luz.?
¿Quién de las dos tiene más alcance?
¿Tú como obscuridad para que ella luzca, o ella como luz para que tu te desvanezcas.?
¿Tu como oscuridad absoluta o ella como luz incesante y creada en cada instante?

Te pregunto, querida obscuridad, ¿cuál es el fin de cada una?
Esa respuesta, te pertenece solo a ti y a ella.
Lo que ustedes signifiquen para mí, eso es otra cosa y otra respuesta.

En mi plano terrenal, físico y limitado por el espacio-tiempo te digo que gracias a ti luce, brilla, ilumina y abre el camino a la luz. La luz no podría ser luz si no existieras tu, bendita oscuridad.

Tu, gran Oscuridad, eres la razón de mi búsqueda de luz. Gracias por existir.
Te ofrezco una disculpa por recibir tantas menciones, que, desafortunadamente, no siempre son positivas.
Ellos no saben que eres un detonador de la búsqueda de la luz.

Hasta pronto.

20/2/19

Hola, Ausencia:

Debo decirte que desconozco si eres triunfo o derrota; si eres gloria o infierno, si eres sonrisa o lamento; ¿para quién?; ¿para quién se va o para quien se queda?
Esa respuesta depende de cada quien o de lo que para quien signifiques tu, como Ausencia.

Debo expresarte, también, que he conocido muchos rostros en tu existencia y presencia; sí, claro, como Ausencia te haces Presencia, como Ausencia engendras tu Presencia. Por lo tanto, eres tan presente como irreal; tan lamento como suspiro, tan soledad como compañía y tan real como invisible, tan invisible como sentible y “llorable”.

Desde que perdí a mi hermano gemelo, y sin tener conciencia de la vida, me dijeron que sufrí su ausencia; que a solas bebía mi alimento debajo de la cama esperando su presencia…y, él, nunca llegó. Me confieso que esa ausencia, tan presente y tan lejana me hizo convertir su ausencia en presencia cotidiana y muy cercana. Afirmo que él, mi gemelo, vive en mi tiempo como yo en su espacio…en donde sea que esté él y en la hora y momento que viva yo.

También, viví, sentí y lloré la ausencia de mis padres. Aprendí que tu, querida Ausencia, me enseñaste que una de tus cualidades es para darme la oportunidad de vivir lo que ellos, durante su presencia, me enseñaron. Tu, como Ausencia, estás a mi lado convertida en Gran Maestra de las enseñanzas, frases y ejemplos de ellos. Aquí es cuando recuerdo la frase que me han de haber dicho cuando me enseñaron a caminar: “Ahora, un solito”.

Pues ahora, queridos papá y mamá les digo” que ustedes me enseñaron a caminar “haciendo un solito”; de mi parte, en su ausencia, aprendí a volar, imaginar, compartir, amar con las fuerzas, los vientos, sus abrazos y frases de ayer.

Esta es la Ausencia que bendigo y agradezco.

Hasta pronto.

13/2/19

A mis amigos y amigas en este día 14 de febrero


Una manera de brindarte y celebrar la amistad contigo es por tu demostrada presencia y entrega de tu tiempo aquí conmigo.

Queridos amigos: deseo que les sobren:
1. Días para disfrutar.
2. Lecciones por aprender.
3. Frutos por compartir.
4. Conceptos para enseñar.
5. Ver lunas para agradecer.
6. Estrellas por contemplar.
7. Ideas por compartir.
8. Sueños por alcanzar.
9. Retos por vencer.
10.    Obstáculos por saltar.
11.    Sonrisas por compartir.
12.    Miradas por interpretar.
13.    Pasos para acompañar.
14.    Brazos para proteger.
15.    Caricias para entregar.
16.    Dulzura para embelezar.
17.    Ternura para cautivar.
18.    Alegrías para aplaudir.
19.    Atardeceres para sonreir.
20.    Amaneceres para continuar.
21.    Anocheceres para descansar.
22.    Y larga, sana y bella vida para aprovechar.

Deseo que vivas en paz, disfrutando  tus soles, lunas y estrellas de cada dia y noche.
Feliz fiesta de San Valentín.

Hasta pronto.

12/2/19

Hola, Destiempo:

No escaparías a mi saludo a tiempo, ni me permito olvidarte.
Por supuesto, que te conozco más de lo que te imaginas.

Escribo algo sobre ti.
Tienes dos rostros: a) El señalado por el destino como salvación, y b) el señalado por los compromisos como incapacidad, o negación para llegar a tiempo.
Gracias a ti, como salavación, te hace ver como “héroe”. Muchas personas por llegar a destiempo a viajes, las aerolineas no esperaron; el avión partió y no llegó a su destino. Ante eses suceso solemos decir “qué suerte que se le hizo tarde”.

El señalado por los compromisos adquiridos con otras personas y no llegar a tiempo, eso habla de tu otro rostro: el de la incapacidad para que los “seres racionales”, con títulos profesionales, o sin títulos, damas o caballeros, niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad te avalen como súbditos tuyos.

El no llegar a tiempo significa para mi:
a) Desinterés por manejar la medida de su vida.
b) Evidencia de incapacidad de orden y uso del tiempo.
c) Ser alguien totalmente individualista.
d) Irresponsabilidad individual.
e) Negar el interés de la reunión o tema a tratar.
f) Tomar el tiempo de los demás, “sin darse cuenta”.
g) Esperar a que los demás toleren su irresponsabilidad.
h) Reirse del tiempo de otros.
i) Exigir comprensión ante su incapacidad.
j) Ser un ejemplo a NO seguir.

Querido Detiempo: Se que eres la expresión de lo inoportuno, extemporáneo y moratorio.

Ojalá y nada más sigas manifestándote cuando el destino te considere oportunamente vital.

Hasta pronto.

10/2/19

Hola, Futuro:

Antier le escribí al Pasado, ayer al Presente; hoy te escribo a ti, mi ansiado, deseado y soñado Futuro.
Debo decirte, con honestidad querido Futuro, que sigues siendo una espera en mi interior y una probabilidad en mis estadísticas de años de vida; por otra parte, eres un prolongado regalo de mi Dios del Viento.

Explico por partes lo que ayer escribí sobre tí: “a esperar con paciencia…”
Para esto debo decirte que primero escribo en mi Modelo de Proyección de Vida (…es una hoja en Excel) lo que voy a lograr en una fecha específica, indicando las acciones claras que ejecutaré día tras día. Entonces, debo esperar con paciencia los resultados que me propuse alcanzar ejecutando las acciones previamente escritas… De antemano, se que si hago eso, los resultados se verán a tiempo.


Explico “el por qué de la esperanza…”
Porque esa esperanza es ACTIVA; es decir, que haciendo las cosas cada día llegarán los resultados. Antes decíamos: “A Dios rogando y con el mazo dando”. Esto equivale a “hacer las cosas con una plegaria esperanzadora y acciones contundentes y perseverantes.”


Explico: “ y creatividad…”
En el presente se planea con previsión el objetivo y/o las metas. Se tiene que analizar todo para evitar que algo falle o pueda fallar. Así es que tengo que pensar de manera creativa para no desviarme de ello, o bien, cambiar de rumbo, pero no de metas.


Querido futuro, no llegas con regalos, ni con más salud, ni con más riquezas a nuestras vidas; nosotros llegamos a ti, porque venimos de un pasado convertido en un presente y tu llegada tan silenciosa como efímera desaparece para transformarte en un nuevo pasado.
.
Eres más veloz que el viento, más efímero que el suspiro y tan difícil de detener como tan difícil es contener la lluvia que de nuestras nubes caen.


Hasta pronto.

Hola, Presente.


Ayer le escribí al Pasado, hoy te escribo a ti; posiblemente, mañana le escribiré al Futuro.
Afortunadamente, hasta ahora los he vivido. He aprendido a analizar al primero; a disfrutar al segundo, y a esperar con paciencia, esperanza y creatividad al tercero.

Se han escrito temas sobre ustedes: Algunas personas se han especializado en analizar, hurgar e interpretar el Pasado de otros; unos cuantos “se sienten privilegiados de poder predecir” el Futuro; otros tantos, se han encargado de diseñar Agendas para que ordenemos el Presente. En fin, no han escapado de nuestra vida, simplemente porque nosotros somos Tiempo y en nosotros se manifiestan ustedes como trilogía de medición.

Creo que de los tres, tu, mi querido Presente, eres el más difícil de usar, porque te haces presente en cada segundo; en cuanto te marcas ya has quedado en el pasado; sin embargo, si digo que este día –y solamente este día- es mi Presente, entonces si es posible administrarte, aprovecharte y gozarte.
Mira, querido e invisible Presente, si los veo como un libro, al Pasado le corresponden las hojas escritas, al Futuro las hojas en blanco y a ti la pluma con la que escribiré. Si los veo como melodía, el pasado es la partitura, el futuro es el viento y el presente es el momento de la interpretación. (Y, dicho sea de paso, la música se marca en tres tiempos).

Ahora, si los veo  como Vida: al Pasado le corresponde lo vivido –y del que debo aprender- al Futuro le corresponden mis sueños y planes, y a ti, Presente, le corresponde la acción diaria.
No sé si llamarles “otras maravillas”, porque somos vida, somos tres tiempos: lo que fue, lo que es y lo que será. 

Así de simple…así de fácil.
Hasta pronto.

9/2/19

Hola, Pasado.

Hoy tengo muchas ganas de enviarte este mensaje para poner en perspectiva “tu papel” en mi presente y la oportunidad de analizarte y aprovecharte en mi futuro.

Estoy convencido de que, como tiempo, exististe, fuiste y tuviste tu presente, y yo contigo la oportunidad de vivirte.
Tengo la fortuna de entender tu papel en mi vida: Primero, no recuerdo todas los sucesos, cosas, dolores, colores, sabores del pasado, porque no sabía que existías, tan siquiera. Batallé en mi niñez para aprender “el hoy, mañana, en la noche o pasado mañana. No me explicaron ni el ayer, ni el antier, o la semana pasada”.

Esto lo entiendo muy bien, porque en mi niñez solo había mañanas, otros días, después, etc. Como niño, ni idea tuve del significado de los tres tiempos: pasado, presente y futuro. Eso lo conocí cuando aprendí la conjugación de los verbos.

El pasado o los pasados tuvieron su momento exacto; acciones o emociones memorables, agradables o desagradables, olvidables, saboreables o amargables…pero, pero y pero… estoy calificando a esas acciones pasadas con el criterio desarrollado hasta el presente (que es ¡mi ahora!.)

Entonces, es cuando juzgo y sentencio a mi pasado…y todo esto lo hago en mi presente. Califico y emito juicios de valor a “ese pasado”, en lugar de analizar mi posibilidad de cambio. No alcanzo a darme cuenta de que tu eres la materia prima de mi oportunidad de mejora, de mi aprendizaje maduro y/o sabiduría futura. (Me da pena propia y ajena.)

¿Por qué los jóvenes batallan en su desarrollo?...porque no tienen pasado para compararse con el presente, ni con el futuro. Les hablamos del futuro, cuando ni siquiera les enseñamos qué hacer y lograr en el presente, apreovechando las experiencias vividas en su cortísimo pasado. Así es que quienes nos dedicamos a su formación y desarrollo debes tener cuidado para construir en el interior de esos jóvenes valentía para enfrentarse cada día con sus desconocimientos, impaciencias e intolerancias…ellos apenas están creciendo.

Querídisimo pasado: no sabes cuánto aprecio tu ocasional presencia. Gracias a ti, más a la suma de mis proyecciones al futuro, puedo vivir un presente ordenado y provechoso.

Te escribo estas líneas en el presente para que sigas iluminando el futuro de todos nosotros, y que no nos quejemos de lo que “vivimos en el ayer o en el antier”.

Hasta pronto.

7/2/19

Hola, a Ti, por tu presencia y lectura:

Hola,  a Ti, por  tu presencia y lectura:

Gracias por estar aquí, gracias por darme tu tiempo y posar tus ojos, usar pensamiento y concentración en las letras, que más que letras son palabras que te hacen evocar lo que ellas significan para ti.

Tengo ya ocho años escribiendo en mi blog y dos o tres en FB. ¿Qué me impulsa a hacerlo? Pues por la simple idea de compartir lo que observo, lo que escucho y lo que discurro poniendo de mi parte las palabras adecuadas para describir eventos, sucesos, ideas o comportamientos de las personas.

El don de la observación vive en mi, el don de la deducción lo he desarrollado; el hábito  de la redacción lo he aprendido a través de la lectura. Por supuesto, que también soy lector de lo que escribo. Leo estas reflexiones dos o tres días después de la fecha de publicación.

Creo en el lenguaje escrito, creo en el  lenguaje verbal y en el no-verbal. Creo en la lectura, creo en el arte de escuchar (un arte difícil de desarrollar); como hábito tampoco es fácil de adquirir.

Les saludo y escribo a ustedes para decirles que aprecio su presencia, sus comentarios y el cambio que pudieran experimentar por los temas que comparto.

Les digo que me asombra, me encanta y me gusta que me lean, aunque no me vean.

Hasta pronto.

5/2/19

Hola, Tiempo:

Te saludo con respeto, con agrado y con gran deseo de aprender a cómo aprovecharte mejor, y que no se aprovechen otros de mi tiempo, que, en última instancia, es mi vida. Y lo mismo es para todos.
Claro que te veo como una pequeñísima porción de la eternidad, ya que asumo que ésta existe.
Alguien te creó como medida de nuestra existencia. Sé que no tienes memoria, ni parientes, ni lugar de nacimiento. Nunca me hablaron de ti; solo conocí “tu presencia real” con el singular sonido que emitías: tic, tac en un reloj de pared. Me hablaron algo de tus dos manecillas que dicen que decías: “nunca” y “jamás” marcaré esos adverbios de tiempo durante el tiempo que yo, como Tiempo, exista o me mencionen.”

Poco a poco fui conociéndote de varias maneras.Tenemos muchas formas de referirnos a ti: te nombramos como épocas, el pasado, el hoy, el mañana, las calendas, los idus, las estaciones, los años, los meses, los días, las horas, etc. Por cierto, también usamos tu nombre como sinónimo de clima y lo decimos de la siguiente manera: ¿cómo estará el tiempo el día de hoy?

Algo que me enseñaron a temprana edad, fue el cómo usarte y tratar de no desperdiciarte. Me enseñaron a llegar a tiempo y retirarme a tiempo; trabajar a tiempo, descansar a tiempo, leer a tiempo…todo erea a tiempo, a tiempo y a tiempo; a destiempo nada.

Eres una medida que sirve para enriquecer a unos pocos sin hacer mucho, solamente dar un crédito. Tu, querido Tiempo, multiplicas el porcentaje de interés en dinero. Si un Banco me presta mil pesos, para pagárselos en un año, solo me cobra el 3% mensual, que se convierte en un 36% anual. ¡Qué manera de ganar dinero!. Sin embargo, yo tengo que trabajar un 36% más durante ese mismo tiempo para pagar a tiempo y no pagar otros intereses por demora (tiempo atrasado). 

Solamente, estoy hablando del valor del tiempo para unos y del costo de dinero en el tiempo para otros. Dicho de otra manera, pago dinero por el tiempo que lo uso; y empleo más tiempo de mi vida para pagar a tiempo el interés que me cobran. Buen negocio a través del tiempo.
Tu como Tiempo me acompañas durante todo el trayecto de vida. Tengo la oportunidad de crecer a tiempo, aprender a tiempo, multiplicar mi conocimiento a través de tí.

Bien, querido Tiempo, ya es tiempo para descansar y reparar las energías que durante el día utilicé. Ya no escribo más para usar mi tiempo en otra cosa. 


A quienes me hacen favor de leer estos mensajes les digo que mejorarán el uso de su tiempo. Los tres minutos de lectura se convertirán en mejorar horas de su vida.

Hasta pronto.

Hola, Alma mía.

Hola, Alma mía:
Te saludo.

He aprendido, confirmado y compartido que posees tres grandes facultades: la Memoria, la Inteligencia y la Voluntad.
He comprobado que somos una dualidad: yo la materia, tu lo inmaterial, Somos uno solo; un Ser vivo en la Tierra.

Sé que mi cuerpo (la parte material de mi ser) ha crecido; mi sistema nervioso central es autónomo; que en mi ADN existen todos los programas de vida. Todo está ordenadamente programado. El cuerpo está bien; sin embargo, su prolongada salud depende de mí.

Tu, Alma mía, entras en juego cuando debo TOMAR DECISIONES: Cuando elijo qué comer, qué beber, qué hacer, qué estudiar, con quién compartir mi vida; en fin tu, como gran señora me dices: “usa tu Voluntad; es gratis.”
La Voluntad es algo que te pertenece, es tu verdadero libre albedrio. También, considéralo tu derecho de decidir, elegir y actuar. Esto y más me lo has repetido una y mil veces. “Todo depende de ti” es tu frase favorita hacia mí,

Todos los días me recuerdas:
“Tu eliges, cocido o crudo; dulce o salado; agua o refresco”
“Tu eliges: amor u odio; confiar o desconfiar; esperar o ejecutar.”
“Tu decides: dejar en comportamientos de otros tu alegría de vivir o decidir por ti.”
“Tu decides: culpar a los demás por lo que sientes; o analizar las razones de lo que sientes.”
“Tu eliges pensar, analizar, razonar y actuar o sentir, lamentar, esperar y deprimirte.”
“Tu eliges trabajar productivamente o solo asistir a tu trabajo.”
“Tu decides: quejarte o disfrutar de las cosas de tu vida.

Querida Alma mía, gracias por este don que posees y que habré de aprender a usar.

Hasta pronto.

Escuela del Razonamiento 19 sept 2023