¿Como fuiste?,
¿cómo eres? y ¿cómo serás?
O bien,
¿qué lograste?,
¿qué logras?, y ¿qué lograrás?
O bien,
¿Qué tuviste?,
¿qué tienes?, y ¿qué tendrás?
Sé que es un
título muy largo; sin embargo, no lo quise hacer más corto para darle énfasis a
los tres tiempos: pasado, presente y futuro…( esto lo ligo a los propósitos,
deseos, necesidades, obligaciones o deberes del próximo año).
En lo personal,
no soy muy amigo del pasado; soy una persona que agradece los sucesos vividos y
rescato lo que me interesa de esos tiempo, y nada más.
Deseo enfatizarte
que puedes apreciar los datos, eventos y resultados del pasado, solo como
referencias, no como incomodidades.
Con relación al
presente, que equivale a “continuum devenir” de los sucesos, solamente los
disfruto porque previamente lo había planeado.
Con relación al
futuro, que equivale a tu plan o proyección para el primer trimestre o
semestre, dependiendo de la manera en cómo maneje cada quien sus tiempos., te
sugiero que definas tu objetivo.
Es por eso que el título de esta reflexión nos
habla de un pasado, un presente y un futuro.
El tiempo es una
medida y, como tal, te sugiero estar atento(a) a ella. El tiempo solo mide
segundos, minutos, horas, días, semanas, meses y años. El tiempo se “marcará a
tiempo”; los tiempos llegarán y se irán, de manera tan sencilla como cada
amanecer y el anochecer de cada día; no podremos detenerlo.
En esta parte, te
pido que reflexiones muy bien lo que tratarás de lograr, obtener o ser en el
próximo trimestre o semestre.
Define con
claridad qué vas a lograr, obtener o ser o comportarte como tal en 90 días.
Por favor, busca
las razones para ello; y no olvides pensar en los fines que buscas en esta
definición de cambios personales.
La otra parte, te
recuerdo el Cómo lo lograrás; ¿haciendo qué?, o bien, dejando de hacer algo.
No te distraigas
de este propósito, plan, deseo, necesidad, obligación o deseo…sé que lo
alcanzarás.
La tercera parte
es simplemente, ponerte en acción.
Hasta pronto.